La distribución electrónica de frenada (EBD, por sus siglas en inglés) es un sistema de control de frenos que se utiliza en los vehículos para mejorar la eficacia y la seguridad en la frenada. El EBD es una tecnología avanzada que permite a los conductores tener un mayor control sobre el vehículo durante las situaciones de frenado.
El funcionamiento de la distribución electrónica de frenada se basa en la regulación de la presión de frenado en cada rueda del vehículo de forma independiente. El sistema utiliza una unidad de control electrónica (ECU) para monitorear y controlar la fuerza de frenado aplicada en cada rueda. Esto se logra mediante el uso de sensores de velocidad de las ruedas y otros sensores que detectan las condiciones de la carretera, como la inclinación y la superficie.

Cuando el conductor pisa el pedal del freno, el sistema EBD utiliza los datos proporcionados por los sensores para calcular la cantidad de frenado necesario en cada rueda. Si se detecta una desaceleración desigual en las ruedas, el sistema ajustará automáticamente la presión de frenado en cada rueda para garantizar que todas las ruedas se detengan de manera uniforme. Esto ayuda a prevenir la pérdida de control del vehículo durante la frenada, especialmente en situaciones de emergencia.
Además de mejorar la eficacia de la frenada, la distribución electrónica de frenada también puede mejorar la durabilidad y la vida útil de los frenos. Al distribuir la fuerza de frenado de manera más uniforme en todas las ruedas, se reduce la cantidad de estrés y desgaste en los frenos individuales.
En resumen, la distribución electrónica de frenada es un sistema avanzado de control de frenos que ayuda a mejorar la seguridad y el rendimiento de los vehículos. Al regular la presión de frenado en cada rueda de forma independiente, este sistema ayuda a prevenir la pérdida de control del vehículo durante las situaciones de frenado y reduce el desgaste en los frenos individuales.